Y el Medio Ambiente… Qué? Por: Jorge Armando Nevarez Montelongo

Y el Medio Ambiente… Qué?
El derecho humano al agua y al saneamiento, deuda pendiente.
Por: Jorge Armando Nevarez Montelongo

Lo primero es el agua de beber, el agua que demanda nuestro organismo para mantenernos vivos. Sin ese elemento de la naturaleza no podemos vivir. Todo ser vivo, tiene derecho a vivir con calidad, bienestar y en armonía con el medio ambiente. Preservar la vida es un derecho fundamental de todo ser humano y como el agua es vida, por consecuencia el agua es un derecho humano que se debe garantizar. Y como el agua mantiene integralmente los ecosistemas del medio ambiente que nos dan calidad de vida y bienestar, entonces por ello debemos vivir en armonia con el agua y con el medio ambiente.

Este juego de frases engloba la esencia de una realidad que no hemos podido satisfacer y que hoy por hoy estamos lejos de hacerlo en gran parte del mundo. El derecho humano al agua y al saneamiento, es una deuda pendiente que tienen los gobiernos y nosotros como sociedad con los grupos vulnerables y desprotegidos que sufren la escasez, la ausencia o inaccesibilidad del agua, o bien aquellos que para allegársela invierten altos costos y largas horas o días para tenerla en sus hogares.

En julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas señala que: “Profundamente preocupada porque aproximadamente 884 millones de personas carecen de acceso al agua potable y más de 2.600 millones de personas no tienen acceso a saneamiento básico, y alarmada porque cada año fallecen aproximadamente 1,5 millones de niños menores de 5 años y se pierden 443 millones de días lectivos a consecuencia de enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento reconoció explícitamente este derecho humano, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos“.

Las Naciones Unidas, han planteado que todos los seres humanos deben tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal -entre 50 y 100 litros de agua por persona al día-, además que debe ser segura, aceptable y asequible desde el enfoque que el costo no debe superar el 3% de los ingresos del hogar, y accesible físicamente, es decir, la fuente debe estar a menos de 1,000 metros del hogar y llevarla a él no debe superar los 30 minutos.

Se exhorta también a los Estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, capacitación y transferencia de tecnología para ayudar a los países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos.

De la definición de las Naciones Unidas se desprenden varios aspectos, por un lado, el agua “suficiente “; Eso no lo tenemos en la mayoría de nuestros centros de población, porque el crecimiento de la demanda no cesa y la posibilidad de contar con recursos presupuestales suficientes ha disminuido. Además, se ha abusado de los acuíferos principal fuente de abasto y la variabilidad climática ha disminuido los caudales del agua superficial y también la recarga al subsuelo.

Por otra parte, aún cuando las coberturas de los servicios en nuestro país al año 2020 de acuerdo a cifras oficiales son superiores al 94.9% en agua potable, en muchos casos por la antigüedad de la infraestructura y las pérdidas de la red, no se tiene la eficiencia que se requiere para darle un servicio continuo y de calidad a la población.

En México se diseñan los sistemas de distribución de agua potable con dotaciones de 200 litros por habitante diarios, sin embargo, para que esa cantidad llegue a los hogares en muchas zonas urbanas se tienen que extraer hasta 400 litros del subsuelo. Por ello, la disponibilidad que en el año 2000 era de 4,250 metros cúbicos por habitante al año, bajará hasta 3,815 litros o menos hacia el año 2030.

Respecto al agua “saludable, aceptable y físicamente accesible “, son los aspectos de limpieza, calidad, higiene, color, olor, sabor que debe tener el líquido para garantizar la salud del ser humano, lo cual está regulado en México por la NOM-127-SSA1-1994. En cuanto a la facilidad de su acceso y disposición mediante sistemas de captación, almacenamiento y distribución cercana al lugar, vemos que en zonas serranas o marginales de las áreas rurales, la forma común de su disposición es a base de larguísimos ductos que trasladan el agua de manantiales o cauces alejados que superan con mucho las condicionantes de distancia y tiempo que establecen las Naciones Unidas.

Por último, la condición “asequible “del agua, como comentamos tiene que ver con su costo. Existen miles de familias que deben erogar mucho más que ese 3% de los ingresos, para hacer asequible el acceso al agua en sus comunidades o en sus colonias. El pago de combustibles o pipas para contar con agua para uso doméstico, supera con mucho el porcentaje señalado, empobreciéndolas aun más y provocando problemas mayores asociados a la salud, por la falta oportuna del líquido para el consumo y la sobrevivencia.

En este momento, México requiere una profunda transformación en el sector hídrico para reordenarlo, hacerlo más eficiente y contar con los recursos presupuestales anuales de los tres órdenes de gobierno, que permitan avanzar mas aceleradamente en la garantía de estos derechos humanos fundamentales.

X: @_jorgenevarez ,
E-mail: jnevarez_01@yahoo.com.mx

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