Recorriendo…
REGION NOROESTE, Dgo.- La subdirección de Tránsito de Canatlán está implementando un programa “Usa la cabeza, Usa casco”, dirigido a motociclistas y personas que viajan con motociclistas, invitándolos a usar dicho implemento y con ello prevenir problemas mayores en caso de accidente.
En los últimos años y en al menos tres administraciones de gobierno local se ha buscado que esta medida sea obligatoria, pero más que eso, que sea generada por la conciencia del propio conductor de motocicleta, es una medida que busca protegerlo al manejar un vehículo de motor muy desprotegido.
En la memoria del reportero que escribe, han sido múltiples los accidentes que han costado vida, incluyendo en cuatrimoto, lo mismo en carreteras federales, caminos vecinales que en las propias calles o avenidas de ciudad Canatlán.
Fue hace aproximadamente un par de años cuando ante el creciente número de accidentes de este tipo, la agencia del Ministerio Público en Canatlán, agentes de la policía estatal y elementos de la policía o tránsito municipal decidieron poner en marcha una acción preventiva emergente.
Más allá de las reacciones agresivas contra las corporaciones en redes sociales, bien valdría la pena preguntarse ¿Cuánto cuesta una vida, cuánto cuesta a una persona enfrentar una situación de gran afectación luego de un accidente?
Gracias a un casco, un casco de gran calidad y costo económico, tengo un hijo que sigue vivo, padeciendo las secuelas de un grave accidente en su motocicleta, registrada en la mal llamada súper carretera a Mazatlán.
Tengo la experiencia de otro accidente de motocicleta ocurrida el año 2002 a otro de mis hijos, sobre el bulevar Enrique W, Sanchez, que gracias al cielo no pasó a mayores, pero el gran susto y la motocicleta ahí quedaron, como recuerdo.
El tema de la prevención es de cada quien; las autoridades hacen lo suyo pero al final, quien toma el riesgo es el propio motociclista, que puede ser infraccionado una o más veces, no tengo el conocimiento si pasado cierto número se le puede prohibir el conducir una motocicleta, pero no pudiera descartarse.
La verdad que en nuestra sociedad mexicana vivimos un escenario caótico en cuanto a respetar las reglas establecidas, viendo lo que sucede en otros países más ordenados y más disciplinados. Pero bueno, Viva México.