RECORRIENDO…. El lado muy humano del personaje político.

RECORRIENDO…….
Cuando el ser humano se despoja del político.
La tarde del jueves, acudí al cálido San Juan del Río, a una ceremonia de mucha intimidad familiar, amistad fraterna y respeto pleno, a donde amigos de la familia Martínez López estuvieron presentes para ofrecer sus respetos ante la partida de la gentil señora Virginia López de Martínez.
El domingo 26 de mayo fue la última ocasión que atestigüe la presencia de la clase política sanjuanera, en dicha ocasión bajo el domo del parque Francisco Villa, actualmente en remodelación y en medio de un acto político partidista.
El jueves primero de agosto, encontré de nuevo reunida a pate de aquella clase política local, pero ya con el traje de amigo, con la presencia seria, triste, respetuosa, personal, acompañando al Maestro Ramón Martínez González y a su bella familia, en la despedida física hacia la esposa, madre y abuela, doña Virginia.
Aquel día, Rubén Escajeda Jiménez, Juan Pérez, Víctor Hugo Ramírez, Rolando Villarreal, Jaime Escajeda, Manuel Gallegos, Alejandro Villegas, Guadalupe Sifuentes, Job López, presentes en momentos de alegría, junto al Maestro Ramón.
Ayer, ellos mismos, pero sin la vestimenta político partidista y sí con el traje de la amistad, el respeto, la vecindad, el paisanaje pero destacando, con el amor a la tierra que los hermana, haciéndole sentir a la familia Martínez López su presencia fraterna.
Generalmente se califica o emana opinión del personaje político envuelto en las actividades propias, visión que no alcanza a cubrir el lado humano de la persona, lejos de intereses o proyectos de partido, al amigo real que se hace presente cuando siente que es de lealtad estar ahí, de manera discreta y sólida.
Un encuentro sin duda muy triste, donde personajes magisteriales de ayer y amigos de hoy, como Gabino Rutiaga Fierro y Lorenzo Ortega, además de Octavio Salas y Alejandro Soto Alvarado, entre muchos otros, dando un abrazo solidario a quien más allá de lo estrictamente laboral, se supo ganar ese respeto, como ha sido el caso del Maestro Ramón.