Piden diputados del PRI, trato digno a beneficiarios de programas sociales.
Durango, Dgo.- El Diputado Ernesto Alanís Herrera, integrante del Grupo Parlamentario del PRI solicitó que haya, trato digno a beneficiarios de programas sociales federales.
En su mensaje, el legislador hizo saber que los integrantes de la LXX Legislatura hacen un atento exhorto a la Secretaría de Bienestar del Gobierno de México, para que amplíe el número de instituciones financieras que dispersen los apoyos económicos de los programas sociales, para que sus beneficiarios puedan acceder de forma más eficiente a cobrar sus apoyos, debido a la evidente incapacidad para otorgar atención digna en especial a los adultos mayores y grupos vulnerables por parte del Banco del Bienestar.
“Los integrantes de la LXX Legislatura hacemos un atento exhorto al Banco de Bienestar, para que otorgue un trato digno y humano a quienes acuden a sus sucursales a tramitar el pago de sus pensiones, de manera prioritaria a las personas de grupos vulnerables como adultos mayores y con discapacidad”, dijo.
La Secretaria de Bienestar debe de reconsiderar la ampliación del número de instituciones bancarias, incluida la banca privada, que presten sus servicios para distribuir los recursos de los beneficiarios de los programas sociales, aprovechando así todo el aparato del sistema financiero mexicano que consta de 48 bancos con aproximadamente 12,559 sucursales, teniendo casi un millón de terminales y cajeros automáticos, detalló.
Estas cifras contrastan con las 3,149 sucursales del Banco de Bienestar, las cuales apenas rebasan 10,000 terminales y cajeros automáticos. Tan solo en nuestro estado, se estima un universo de 250,000 duranguenses que reciben su pago a través de las tarjetas del Banco del Bienestar en 49 sucursales, muchas de ellas inoperantes y, además, mal distribuidas a lo largo del territorio estatal, explicó.
En municipios como Durango, se cuenta solo con tres de ellas, y concretamente en la ciudad capital, solamente dos, es decir, un par de pequeñas sucursales para atender a más de 120,000 personas, lo que evidentemente no es proporcional a la magnitud de la demanda.
Esta gente, en su mayoría, pertenece a sectores de la población en extrema precariedad, para quienes resulta indispensable cobrar sus pagos y así garantizar su subsistencia, ya que no tienen otra opción más que soportar las adversidades antes mencionadas, poniendo en riesgo su salud e integridad, acotó Alanís.
Cada vez es más frecuente ver a una gran cantidad de personas concentradas en el exterior de las sucursales del Banco del Bienestar, en una espera prolongada para su atención. Estos usuarios están expuestos a las inclemencias del tiempo tales como: lluvia, fuertes vientos, altas o bajas temperaturas y demás variables que deben soportar durante horas, con la esperanza de recibir su dinero o resolver diferentes problemas relacionados con el manejo de sus cuentas, terminó diciendo.