Lajas y su bello templo, lugar para visitar en Coneto de Comonfort.
MARCO A. RODRÍGUEZ RUIZ
A 12 Kilómetros del entronque a Coneto de Comonfort, en la carretera intermunicipal Nuevo Ideal – San Juan del Río, está el poblado de San Francisco Javier de Lajas, con un hermoso templo, una capilla, de estilo neo gótico alemán, dentro de lo que fue la hacienda, adquirida el año de 1890 por el comerciante y empresario alemán o prusiano por aquellos tiempos, Maximiliano Damm.
Construido por el siempre bien recordado Benigno Montoya, el edificio tiene una portada de cantera y una torre que pareciera, está en alguna localidad alemana, que se observa a la distancia, en la mencionada carretera interestatal.
Al ingresar a la capilla, se observan un par de retablos, el principal, al frente, con la imagen de San José y en sus brazos el niño Jesús, mientras que a sus lados están los cuatro evangelistas y ahí la inscripción latina “Ecce panis angelorum factus cibus viatorum” (He aquí el pan de los ángeles hecho alimento de los caminantes)
A un costado en la parte frontal, están las tumbas de Maximiliano Damm (1830 – 1898), quien falleció en Alemania y al año siguiente su cuerpo fue trasladado a esta capilla, para reposar junto a su querida esposa Maria Josefa Palacios de Damm (1842 – 1890) y su hija, la niña Maria Teresa Cristina Damm y Palacio (1868 -1871)
La historia de dicho lugar marca, en el libro Haciendas de Durango, que en los alrededores del poblado Tepehuán, llamado por los españoles conquistadores Coneto de los Indios, se encontraron minas de plata, que el año de 1572 dieron lugar a la construcción del Real de San Miguel de Coneto de los Españoles, que después de la sublevación o intento independentistas de los Tepehuanes el año de 1616 quedó el sitio despoblado durante muchos años, debido a la inseguridad.
Se anota que fue el año de 1715 cuando Juan Ruiz de León y Antonio Sánchez Almaguez, vecinos ricos del vecino San Juan del Río, ocuparon Coneto y las tierras aledañas, estableciendo el casco de la hacienda en este lugar, formado por grandes lajas de piedra, tomando de ahí su nombre.
Juan Ruiz también adquirió el rancho de San José de Basoco, falleciendo el año de 1755, pasando la hacienda de Lajas a manos de su hija Tomasa Ruiz de León, esposa de Antonio del Fierro, propietario de la hacienda de Menores.
El vasco Antonio de Mendieta, minero de Coneto, la compró el año de 1977 a Tomasa: el año 1801, José Ramón, hijo de Antonio, traspasó sus derechos sobre ella a su cuñado el también español Ramón de Landa y en 1831 fue traspasada a José María Regato.
Marca el documento que posteriormente aparecieron, como dueños respectivamente, Juan José Zubiría, Francisco Terán, Francisco Zuzíbar, Juan Romero y el año 1890 fue adquirida por el comerciante, empresario y diplomático prusiano Maximiliano Damm, quien además de poseer el Banco de Durango explotaba las minas de Promontorio.
Al fallecimiento del prusiano, Lajas pasó a manos de sus hijos José Maximiliano, Hugo Alberto, Federico Carlos e Inés Teodora Damm Palacios.
Después de la Revolución Mexicana la hacienda fue embargada por el Banco Hipotecario de Crédito Territorial S.A.
Actualmente la capilla y terrenos de la ex casa grande pertenece a la familia Martínez Rojas, en donde se encuentra el señor don Jorge Alfredo, Cronista municipal de Coneto de Comonfort.