La democracia un simple trámite.
Por Luis Alfredo Rangel Pescador.
Coincido con algunos politólogos que afirman una vez más, que el formato del informe, no da para mucho, sin embargo considero que quienes califican quien ganó o quien perdió, es solo percepción, muchas de las ocasiones llevadas por las simpatías o por las fobias.
Lo que sí se reflejó en este último encuentro de los tres candidatos, es la personalidad o razgos muy significativos para ser tomados en cuenta.
Claudia repitió sus actos de soberbia y desprecio, quizá lo último que nos pudiera importar, pero haber dicho que el día de la elección es un simple trámite, obedece a una formación, a una corriente de pensamiento, que reduce las libertades y la democracia, a un simple acto de depositar la boleta en las urnas, si eso piensa y lo reduce a trámite, entonces como cualquier de ellos puede ser suprimido en aras de ahorro de gasto o de simplificación administrativa.
Lo dicho lo reitera al declararse a favor de suprimir el espacio de las minorías, lo que conocemos como plurinominal es, sin que por esto, El que escribe este muy contento y satisfecho en las formas y métodos de asignarlos, pero esa es otra historia.
Por su parte Xóchitl tiene la ventaja de inicio, de contar con una personalidad cautivadora, bonachona, dicharachera, directa, con un pasado de cultura del esfuerzo, capaz e inteligente.
Tan capaz que enfrentó sin miramiento alguno las mentiras en su contra de parte del cada vez más enano López Obrador, tan inteligente que a pesar de las resistencias habidas y por haber, de Marko Cortés, en mala hora dirigente nacional del PAN, para que fuera candidata.
Venida de una de las comunidades indígenas más olvidadas del estado de Hidalgo, logra forjar su propio destino, exitoso y fecundo en sus tareas sociales, reconicida por organismos internacionales.
El tercero, jugó bien su papel, ninguna referencia a los yerros del gobierno federal, sus baterías dirigidas a Xóchitl, bien que se gana el adjetivo de esquirol .
El cinismo de parte de la candidata oficial al hablar de la seguridad en el país, con el juego maquiavélico de estadistas e indicadores, el afán perverso de tratar de convencer que la economía está bien, cuando la canasta básica está por las nubes, añadiendo con las mentiras de un bienestar engañoso por ser electorero.
Solo faltan tres semanas, en nosotros está darnos en México que deseamos, hay que ir a votar.