Entre San Isidro Labrador y San Francisco
Por Luis Alfredo Rangel Pescador
En el santoral de la iglesia católica dentro de los 10mil santos reconocidos (México tiene 32) se encuentran dos de origen español, venerados en estas tierras, quizá por la enorme fe católica que se profesa en nuestro país.
El 15 de mayo se celebra a San Isidro, entre las liturgias o tradiciones populares, se saca la imagen, para recorrer los campos invocando a que se llenen las nubes de agua y llueva “San Isidro Labrador, quita el agua y pon el sol”
San Francisco sin dudas más conocido por su humildad y amor a la naturaleza, también guarda cierta relación con la lluvia.
El «cordonazo de San Francisco» es un término que se utiliza en meteorología en España (pero más en los países de habla hispana de Sudamérica) para describir un período de tiempo inusualmente lluvioso y frío. Ocurre alrededor del 4 de octubre, coincidiendo con la festividad del santo varón.
Con los efectos del cambio climático, han quedado desfasados las fechas de inicio y de volúmenes de agua del cielo, sin embargo las creencias religiosas continúan en la esperanza de los hombres y mujeres del campo.
Esa convicción puede más que el bombardeo de nubes o de antenas ionizantes, más que danzantes y esoterismos.
Ante esta sequía (algunas gentes del campo aseguran que aún no es tiempo de lluvias) que sea San Isidro o San Francisco o porque no los dos, los mensajeros que traigan las aguas para la tierra y para el ganado.