Ciudad habitable
Por Luis Alfredo Rangel Pescador
En alguna ocasión el entonces gobernador José Ramírez Gamero, me comentó:
En suerte he tenido la oportunidad de ser diputado, senador y gobernador, como me hubiera gustado haber sido alcalde, le pregunté el porqué, a lo que me respondió, que el alcalde es la autoridad más cercana a la gente.
Por supuesto tenía toda la razón, el gobernar o administrar una ciudad, representa o por lo menos así debiera ser, no solo la cercanía con los ciudadanos, sino compartir (solucionar si así fuera el caso) sus inquietudes, zozobras, problemas, algunas veces, basta con solo oírlos, poner oídos solidarios, para empatizar con sus sentimientos, por más sencillos o inverosímiles que estos fueran.
Si nos atenemos a la definición gramatical la ciudad es el conjunto de edificios y calles, regidos por un ayuntamiento, cuya población densa y numerosa se dedica por lo común a actividades no agrícolas, pero no solo es eso, es el espacio en el que concurren, seres de carne y hueso, con sus cualidades y defectos, en el que conjugan las presiones económicas, ambientales, sociales.
Como lo dijo Ramírez Gamero, es lo más cercano a la gente, por lo que obligadamente requiere de servicios públicos, el principal de ellos, la seguridad.
La policía municipal tiene el carácter de la prevención, una de sus aristas es la persuasión, uno de los mejores elementos es la presencia física del uniformado, sumado a buen alumbrado, cámaras y equipo tecnológico.
Los espacios públicos de la ciudad, como plazas, parques, jardines “ipso facto” son neurálgicos, pues en ellos transitan la heterogeneidad de sus habitantes, empleados y desempleados, clase media y clase baja, con formación moral o sin ella, la estrategia de seguridad por la complejidad, no es la misma que en una colonia o barrio determinado, en una fábrica o centro escolar.
Los investigadores describen a los elementos para esta función, como policías de proximidad, donde incluso, se involucra a la comunidad.
La ciudad habitable no solo se refiere a condiciones salubres, medio ambientales, de transporte público, de conexión, de movilidad en general, sino que es donde el ciudadano se siente seguro de transitar por las calles, no ser sorprendidos por timadores, acosadores, drogadictos y demás.
Los hechos violentos se repiten día con día en el centro histórico, el más reciente el feminicidio en frente a la plaza de armas, pero súmele el robo un día sí y otro también de tubería y cables en casas habitación.
Amén de homicidio reciente en calle Independencia casi esquina con Pino Suárez.
El escuchar de la autoridad municipal, que el feminicidio es un caso aislado, denota una ausencia total de sus obligaciones y ocultamiento de la verdad, en pro de no “manchar” su carrera política rumbo a la gobernatura
Si así se las gasta desde la alcaldía, como nos iría como gobernador
