Hasta Nuevo Ideal con amor, la pintura de Nelson Montenegro.

Hasta Nuevo Ideal con amor, la pintura de Nelson Montenegro.
A sus 54 años de edad, Nelson Montenegro mantiene su hogar, en la ciudad de San Antonio, Texas, donde radica desde algún tiempo, como un rinconcito a la distancia de su añorada Nuevo Ideal, donde nació un 23 de septiembre de 1970.
En comunicación tenida con este artista, vía su hermana Sandra, Nelson recuerda que desde sus años de infancia, sentía un notable gusto por hacer dibujos y colorearlos en la medida que las posibilidades económicas así se lo permitían, soñando siempre en desarrollar esa pasión por la pintura.

Felizmente casado, con Lourdes Barraza, en un hogar que procreó cuatro hijos, de ellos dos hombres y dos mujeres,Nelson, Bryan, Amberly y Ashely, respectivamente, lleva sus recuerdos hasta sus tiempos de estudiante de la Escuela Secundaria Técnica # 10, en la bella Nuevo Ideal, donde obtuvo un primer lugar a nivel estado en un concurso de pintura, lo que le permitió conocer que su afición iba por muy buen camino.
“Mi casa se ha convertido en un hogar acogedor y hogareño porque tiene como adorno principal una serie de cuadros que me ha placido realizar para darle un estilo cálido al lugar donde vivo; resultando todo este arte en que mis hijos ahora también tienen sus casas adornadas con pinturas hechas por mí”.

Llegar a sus hogares y ver los cuadros en sus paredes me hacen sentir que todo esto es valioso, que estoy sembrando y heredando el amor por lo que hago. Ahora muchos hogares lucen con el esplendor de este don que he obtenido a través de los años, destaca.
Este gusto y amor por la pintura lo seguí desarrollando a través de los años; creo que ha sido Dios quien me ha ayudado en este proceso porque no he asistido a ninguna escuela de pintura, lo que hago es por arte, imaginación y admirar las obras o fotografías de otros autores y que atraen mucho mi atención.
Les doy crédito a todos los grandes artistas que a través de sus pinturas me han inspirado para que yo pueda pintar con el alma y con el corazón puesto en cada una de las pinturas que realizo, asevera.

Importante para Nelson fue y lo sigue siendo, ese respeto y respaldo que desde su infancia recibió de su madre, sus tíos y sus siete hermanos, lo que le representó un grado interno de confianza inmensurable, de quienes además aprendió a ser persona de familia, querer y ser uno con hermanos, sobrinos, primos, amigos y claro está, con su esposa e hijos.

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